La nueva Ley que impulsa la profesionalización del sector
La entrada en vigor de la nueva Ley de Seguridad Privada en noviembre fortalecerá la profesionalización y el rol estratégico del sector, asegura el ejecutivo de visita en Chile.
La seguridad se ha convertido en uno de los principales temas de preocupación en Chile. El aumento de delitos violentos, la sobrecarga de las fuerzas policiales y la presión social por contar con entornos más protegidos, han puesto en el centro del debate la necesidad de reforzar y modernizar las estrategias de prevención.
A este escenario se suma la pronta entrada en vigor de la nueva Ley de Seguridad Privada, que impone exigencias más estrictas para el sector, impulsa la profesionalización de la actividad y promueve una mayor incorporación de tecnología y análisis de riesgos en los sistemas de protección. El país se encuentra, así, en un momento clave para definir cómo enfrentar de manera más eficiente los desafíos en materia de seguridad, combinando la labor del sector público y privado en beneficio de las comunidades.
La estrategia de Securitas para una seguridad moderna y consultiva
Zacarías Erimías, presidente de Securitas para Iberoamérica, la principal compañía de seguridad privada del país visitó Chile recientemente con el objetivo de alinear la estrategia de la empresa de cara al 2026, como además, el análisis de la nueva ley, la que comenzará a regir el 28 de noviembre.
Durante su visita, el ejecutivo sostuvo reuniones con el equipo local y destacó que la seguridad privada en Chile se encuentra en una nueva etapa, donde la profesionalización que impulsa la ley debe estar acompañada de tecnología, datos y un enfoque más consultivo hacia los clientes.
“El acercamiento al mercado no es simplemente comercializar, sino conocer en profundidad a nuestros clientes y sus riesgos, para así ofrecer soluciones de seguridad a la medida. Ese es el sello de nuestra estrategia global. Securitas ya está poniendo en práctica los que exige la nueva ley, vamos por delante”, señaló Erimías.
Con presencia en 44 mercados y más de 90 años de historia, Securitas ha evolucionado desde ser una empresa de vigilancia hacia un modelo basado en cuatro pilares: las personas, la tecnología, la digitalización y un enfoque consultivo. En el caso de Chile, el ejecutivo destacó el potencial del país: “Chile tiene una economía sólida y con muchas posibilidades de desarrollo, especialmente en líneas estratégicas que combinan personas y tecnología, con soluciones diseñadas a partir del análisis de riesgos”.
Innovación y colaboración público-privada para enfrentar desafíos
El presidente de Securitas Iberoamérica explicó que la inteligencia artificial (IA) ya está operativa dentro de la compañía, principalmente en centros de atención remota, donde permite automatizar procesos a través de bots. “La IA tiene un potencial enorme en el sector, desde controles de acceso en oficinas hasta la seguridad en infraestructuras críticas, y siempre adaptada a las necesidades específicas de cada cliente”, indicó. Aunque reconoce que Europa lleva ventaja en la implementación de soluciones tecnológicas, Erimías ve en Latinoamérica -y hace hincapié en Chile- una oportunidad para acelerar este proceso y adoptar modelos de seguridad más modernos y eficientes.
Finalmente, Erimías destacó la exitosa experiencia de Securitas en España a través del proyecto Cometa, que colabora directamente con la Policía Nacional en el monitoreo de personas con medidas judiciales restrictivas mediante tobilleras o pulseras telemáticas, para que, si el individuo traspasa los límites de proximidad hacía la víctima, estas puedan alertar y actuar inmediatamente. “Ese es un ejemplo de cómo la seguridad pública y privada pueden trabajar en conjunto. Es un modelo que perfectamente podría replicarse en Chile, donde las policías enfrentan una alta demanda de funciones”, comentó.
Con esta visita, Securitas refuerza su compromiso con Chile y la región, impulsando una propuesta de valor diferenciada basada en innovación, cercanía con los clientes y un trabajo conjunto con el sector público para enfrentar los nuevos desafíos en seguridad.